jueves, 21 de febrero de 2008

Más profecías

Aquí ya predije que una película que todavía ni se ha rodado ganará los Goya. Después de eso, acertar quién ganará las elecciones me parece un reto muy asequible. Más cuando se tienen fuentes tan fiables como las mías.

El sondeo del CIS puede ser tendencioso.

Las encuestas pueden fallar.

Pero yo no. Porque me guío por el único indicador infalible:

La audiencia de “Escenas de matrimonio.”

Ha sido el fenómeno televisivo de la temporada. Después de un inicio titubeante en verano, su público subió hasta alcanzar los cinco millones de espectadores y rebasar el 30% de share.

En un país en el que un programa tan rancio y casposo es líder de audiencia, un partido de izquierdas no puede ganar unas elecciones.

Sin embargo, el PP va a perder. Por poco. Pero va a perder.

Ayer, “Escenas de matrimonio” se quedó casi en la mitad de sus récords de antaño. Marcó un escueto 17%. Competía contra la Champions, es cierto. Pero el hecho es que su época de gloria ha pasado. Sus números siguen siendo buenos, pero ya no excelentes, y el techo de los cinco millones está cada vez más lejos.

Su hegemonía ha terminado y ahora ha de repartir su franja horaria con programas que van desde el humor gritón de “El hormiguero”, hasta el sarcasmo deslenguado del Gran Wyoming, pasando por el karaoke recauchutado de Antena 3.

Y en un país en el que a la hora de la cena la gente prefiere reírse y cantar en lugar de indigestarse con un sainete trasnochado, un partido de izquierdas tiene casi ganadas las elecciones.

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martes, 12 de febrero de 2008

Agitado pero no revuelto

Me voy dos semanas de vacaciones y cuando vuelvo a la industria no la reconoce ni la cámara que la parió. Han quitado “Aquí hay tomate” y La Soledad” ha triunfado en los Goya. Ambos cataclismos darían para depositar aquí un análisis sesudo sobre las contradicciones del audiovisual postmoderno, pero estoy ocupado coleccionando los titulares más estúpidos que se han escrito a cuento de tales acontecimientos. Mis favoritos son “El orfanato no estaba solo” y “El tomate ya no da la lata”, pero hay otros que recurren a juegos de palabras aún más penosos.

Ejecutivos del mundo, miembros de la Academia: no decidamos nada más. Nuestra frágil industria no resistiría otro terremoto como los que se han producido en la última semana y media. Yo, por mi parte, no pienso tomar ni una determinación, por pequeña que sea. A cambio, voy a dedicar esta tregua a difundir profecías. La primera:

“Gordos”, la próxima película de Daniel Sánchez Arévalo, recibirá varias nominaciones a los Goya, entre ellas el de mejor película y mejor actor o actriz. Ganará al menos uno de esos premios.

Y si no, al tiempo.

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